La Sra. del centro de la foto es María Lilia Genta.
Buenos Aires, 1 de diciembre de 2008
Sra. Decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino
Católica de Tucumán
Dra. María Gilda Pedicone de Valls
______________________________________________
De mi consideración:
No salgo de mi asombro por la decisión de “levantar” el curso del Profesor Héctor Hernández. Pero mucho más me asombran las razones que usted aduce. Si le parece mal que se diga que hubiera sido mejor aplicar el Código de Justicia Militar, juzgar a los guerrilleros y fusilar a quienes lo merecieran, dentro del más estricto orden ético y jurídico (que tal es lo que expresó el Dr. Hernández en consonancia con la doctrina católica) se puede deducir que usted es partidaria de la desaparición de personas y de la represión ilegal.
Los asesinos de mi padre, Jordán B. Genta, y de Sacheri enviaron por escrito las razones por las que los eligieron para morir: “ser soldados de Cristo Rey”. Todavía me estremezco al recordar el papel membretado con la estrella del ERP. La diabólica carta está publicada en el libro sobre Sacheri del Dr. Hernández. En 1975 se publicó en el diario La Prensa.
La UNSTA supo ser una Universidad Católica. Mi esposo, el Dr. Mario Caponnetto, fue invitado varias veces a disertar. ¿En qué la quiere convertir usted, ahora? ¡Cuánta razón tenía Gramsci! Con sus métodos los terroristas marxistas -hoy en el gobierno- han logrado lo que no pudieron hacer con las armas en los años setenta.
Todo esto es triste. Usted pudo “despegar” (si tanto miedo le dio) de una manera más digna. Decir en su nota a La Gaceta, por ejemplo, que hubo amenazas (esa fue la razón que usted le dio al Dr. Hernández) y que para resguardar a los alumnos y a la Universidad creía prudente que no se dictara el curso.
En cambio, al actuar como lo hizo mostró usted, primero, una absoluta falta de respeto a la libertad académica (si no se piensa como la Decana, no se habla. ¡Vaya totalitarismo, discriminación y otras yerbas!); y segundo, una pusilanimidad poco elegante y, claro, nada propia de los “soldados de Cristo Rey”.
Atentamente
María Lilia Genta
Para Lis, cómo para casi todos aquellos partidarios de la "Cruz y la espada" el tema es matar. Mejor si es con la bandera de fondo y un juicio sumarísimo, pero tiene que haber fusilados. Su "modelo" no cierra sin muertos. La lógica de lo irracional. Cómo ya dijo otro "escribidor contumáz": estamos en guerra. Ellos están en guerra y en la guerra al enemigo se lo odia y luego si se puede se lo mata, ¡o para qué son "Soldados de Cristo Rey"!. Lo que acontece entre el odio y la muerte lo sabén muy bien los que habitan el pabellón de "lesa" en Marcos Paz.
En ocasión de esta foto se encontraba compartiendo
un "asadito militar" junto a otros conspicuos progenocidas entre los
que se encontraba, y la tomo cómo ejemplo paradigmático,
la hermana de Astiz. (del resto hablaremos luego)
Creo que ya conté quién es María Lilia Genta, Lis, para los amigos. Creo que ya conté que es una activa organizadora de actos progenocidas y una "escribidora" empacada en defender lo indefendible: "Incluso la tortura es a veces necesaria porque se tienen minutos para sacar información vital y tratar de salvar miles de vidas inocentes", escribió alguna vez la hija del "mártir" del nacionalismo católico (léase terrible facho) Jordán Bruno Genta, tal vez olvidándose del martirio de Cristo a manos de los centuriones romanos. Pero para ir dando una idea más acabada del perfíl de esta verdadera referente de Cecilia Pando y su Pandilla nada mejor que remitirnos a las pruebas escritas por esta "curiosa variación de un filántropo", cito textual:
Buenos Aires, 1 de diciembre de 2008
Sra. Decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino
Católica de Tucumán
Dra. María Gilda Pedicone de Valls
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De mi consideración:
No salgo de mi asombro por la decisión de “levantar” el curso del Profesor Héctor Hernández. Pero mucho más me asombran las razones que usted aduce. Si le parece mal que se diga que hubiera sido mejor aplicar el Código de Justicia Militar, juzgar a los guerrilleros y fusilar a quienes lo merecieran, dentro del más estricto orden ético y jurídico (que tal es lo que expresó el Dr. Hernández en consonancia con la doctrina católica) se puede deducir que usted es partidaria de la desaparición de personas y de la represión ilegal.
Los asesinos de mi padre, Jordán B. Genta, y de Sacheri enviaron por escrito las razones por las que los eligieron para morir: “ser soldados de Cristo Rey”. Todavía me estremezco al recordar el papel membretado con la estrella del ERP. La diabólica carta está publicada en el libro sobre Sacheri del Dr. Hernández. En 1975 se publicó en el diario La Prensa.
La UNSTA supo ser una Universidad Católica. Mi esposo, el Dr. Mario Caponnetto, fue invitado varias veces a disertar. ¿En qué la quiere convertir usted, ahora? ¡Cuánta razón tenía Gramsci! Con sus métodos los terroristas marxistas -hoy en el gobierno- han logrado lo que no pudieron hacer con las armas en los años setenta.
Todo esto es triste. Usted pudo “despegar” (si tanto miedo le dio) de una manera más digna. Decir en su nota a La Gaceta, por ejemplo, que hubo amenazas (esa fue la razón que usted le dio al Dr. Hernández) y que para resguardar a los alumnos y a la Universidad creía prudente que no se dictara el curso.
En cambio, al actuar como lo hizo mostró usted, primero, una absoluta falta de respeto a la libertad académica (si no se piensa como la Decana, no se habla. ¡Vaya totalitarismo, discriminación y otras yerbas!); y segundo, una pusilanimidad poco elegante y, claro, nada propia de los “soldados de Cristo Rey”.
Atentamente
María Lilia Genta
Para Lis, cómo para casi todos aquellos partidarios de la "Cruz y la espada" el tema es matar. Mejor si es con la bandera de fondo y un juicio sumarísimo, pero tiene que haber fusilados. Su "modelo" no cierra sin muertos. La lógica de lo irracional. Cómo ya dijo otro "escribidor contumáz": estamos en guerra. Ellos están en guerra y en la guerra al enemigo se lo odia y luego si se puede se lo mata, ¡o para qué son "Soldados de Cristo Rey"!. Lo que acontece entre el odio y la muerte lo sabén muy bien los que habitan el pabellón de "lesa" en Marcos Paz.
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