domingo, 10 de octubre de 2010

La eterna exhumación de Hermindo.

A Hermindo lo exhuman cada 5 de octubre. Lo exhiben en la plaza. Y en esa exhibición los que son "naturalamente refractarios" a la "negrada" se tapan por unos minutos la nariz y lo soportan.
Lo soportan, sobre todo, aquellos que dicen pertenecer a la elite de las FFAA. Me refiero a los que pertenecen o dicen pertenecer a la ARA. Ojo, los oficiales. Los suboficiales quedan tan afuera cómo cualquier otro negrito. Pero volvamos a Hermindo. A Hermindo se le atribuye una frase que repetida una y mil veces por la derecha heredera de los horribles. Se le atribuye la frase con el mismo rigor histórico ( o con la misma falta de él) con que se le atribuye a "Cabral soldado heróico" una frase repetida una y mil veces en la escuela primaria. Primaria, eso.
Estaría piola hacerse amigo de Hermindo. Considerarlo. Quererlo. Reconocerlo. Recuperarlo. Reinvindicarlo. Incorporarlo. O algo. Pero no. No.
Hermindo es "propiedad exclusiva" de la derecha argentina. De la derecha fascista. De la derecha procesista y progenocida. Tal vez muy a su pesar, es patrimonio exclusivo de ellos. Mal que le pese, o le hubiera pesado.
Los que recuerdan a Hermindo, sólo estratégicamente cada 5 de octubre, se olvidan del soldado Carrasco. Raro, los dos eran "callados soldados del interior", los dos fueron muertos en circunstancias irracionales, los fueron injustamente muertos. Los dos eran soldados conscriptos, los dos cumplían con una carga del Estado. A los dos los asesinaron. Pero los que recuerdan a uno, no recuerdan al otro. ¿Cómo era eso de "todos o ninguno"?.
Chau Hermindo. Seguí siendo exhibido cómo excusa para el terrorismo de Estado. Seguí prestando tu osamenta para la justificación del genocidio. Seguí alimentando a los gorilas.
Sé que nada tenés que ver en esto. Sé que estás muerto y enterrado. Una suerte. Muchos de los que entraron aquel día fueron secuestrados, torturados, vejados, asesinados o continúan desaparecidos. Una suerte Herimindo, una suerte que tengas tumba. Lo que sí no es una suerte, es que se hallan apropiado de tu cadáver los que se hubiesen cagado en tu vida, y en tu muerte, si hubieses estado del otro lado. Descansá en paz, Hermindo. Por lo menos hasta el próximo 5 de octubre.
Por último. Hermindo, no sos vos, pero cada vez va menos gente al acto del 5 de octubre. A lo mejor ese sea tu máximo y mejor desagravio. Chau.

1 comentario:

Jack Celliers dijo...

Hermindo también era flor de pelotudo, digámoslo.